
La excursión a la laguna de Churup suele efectuarse como parte del proceso de aclimatación para la ascensión a cualquiera de los nevados de la cordillera o antes de acometer algún trekking de altura. Aunque esta puede efectuarse en una solo jornada, una buena opción si llevamos varios dias en la zona es hacer noche junto a la laguna, para ello tendremos que portear el equipo necesario (tienda y saco). Fue así como lo planteamos nosotros despues de nuestra frustrada travesía. Desde Huaraz hay que tomar una colectivo desde el parqueadero de las combis hacia la pintoresca población de Llupa (3.650 m.) salen desde las 07h de la mañana conforme se van llenando los vehículos. Es realmente increíble la cantidad de pasajeros que pueden llegar a caber en estos transportes en un viaje que aunque corto, debe salvar unas fuertes pendientes, cuesta 3 soles, y tarda unos 30’. Desde Llupa la pista sigue hasta Pitec (3.850 m), no es una aldea sino una pampa desde donde comienza el sendero hacia la laguna bien indicado por unos carteles informativos. Puede negociarse con el conductor de la combi para que te lleven hasta Pitec o con algún transporte privado de Llupa por 5 o 6 soles tal como hicimos nosotros. Si decidimos subir andando este tramo utilizaremos el camino de herradura empedrado y lleno de escalones que va cortando la pista por donde suben los vehículos empleando 1h. aproximadamente en llegar a Pitec,. Es importante informarnos del último transporte que sale de Llupa hacia Huaraz para planificar la vuelta.
Desde Pitec a la laguna hay 6 km. de distancia con un desnivel a salvar de 800 m. El camino es muy agreste y polvoriento con unas magnificas vistas sobre la quebrada y la ciudad de Huaraz. Después de casi 2h. de subida, donde la altitud nos obligaría a efectuar continuas paradas llegamos a un enorme bloque de piedra por donde desciende una cascada cuyas aguas proceden de la laguna de Churup. Hay que superar este relieve de unos 80 m. de altura, grimpando por la pared, aunque puede efectuarse por ambos lados es más aconsejable acometer esta trepada por la izquierda. Después de salvar esta dificultad se abre ante nuestros ojos esta magnífica laguna rodeada de inmensas rocas que reflejan sus formas sobre sus profundas y cristalinas aguas de azul intenso y custodiando este rincón andino el Nevado Churup de 5.495 m.
Montamos la tienda junto a la laguna sin nadie más que perturbara el silencio y la paz que se respiraba y aunque todavía quedaban varias horas de luz el cielo se iría cubriendo de nubes. Con la puesta del sol el valle se empezaría a iluminarse, con las luces de la civilización urbana y aunque llegarían a caer algunas gotas, por la noche pudimos disfrutar de un magnifico cielo repleto de estrellas
Por la mañana a primera hora iniciamos el descenso por el mismo sendero de la subida hasta Pitec. Antes de llegar nos encontramos con dos mujeres, madre e hija, sentadas sobre una roca dando una nota colorista a este espacio infinito y junto a ellas nos tomamos un tiempo de descanso para disfrutar de ese entorno magnifico de montañas y valles. Desde Pitec seguimos por el camino de herradura que nos llevaría hasta Llupa. Es habitual cruzarse con campesinos y aldeanos, en esta parte del trayecto. A media mañana llegamos a Llupa donde esperamos para tomar el transporte a Huaraz mientras observabamos como jugaban los niños que salían de la escuela. Tomamos una habitación en el hostal Cataluña, situado en la avda Raymondi y que curiosamente se encuentra junto al hotel Barcelona, aunque muy basico, solo estuvimos unas horas para darnos una ducha y descansar un poco pues a las 22 h. teníamos que tomar el bus de la compañia Cruz del Sur que nos llevaría a Lima.
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