ASCENSION DJEBEL TOUBKAL (4.167 m.)

Cordillera del Atlas MARRUECOS
Febrero 2009
La cordillera del Atlas, es el relieve montañoso más característico del norte de Africa constituye una barrera natural al desierto. Con sus 2000 Km. de longitud atraviesa los países de Marruecos, Argelia y Túnez, siendo en Marruecos donde esta cadena de montañas ofrece su mayores alturas con los 4.167 m. del Toubkal y la decena de picos que sobrepasan los 4.000 m. Era la segunda vez que visitaba Marruecos y ascendía este pico y si en el año 89 el viaje lo efectué en coche desde la península cruzando en ferri de Algeciras a Ceuta, y pasando la frontera con Marruecos después de soportar largos controles aduaneros, (siempre hay la posibilidad de aceptar la ayuda de alguno de los individuos que se ofrecen para acelerar los trámites a cambio de una razonable propina). Esta vez, y gracias a las buenas promociones de la compañía aérea de low cost EasyJet volamos a Marrakech desde Madrid por 50€ i/v. Alquilamos un vehículo, una Renault Kangoo con Semicar www.samicar.com para 6 días por 318 € atraves de internet previa reserva de 100 €. Todo muy correcto, nos esperaban en el mismo aeropuerto para entregárnosla, y aunque no era un todo terreno, es mucho mejor que un turismo para cargar material y transitar por algunas pistas de Marruecos. La red viaria ha mejorado mucho en estos últimos años, aunque el tráfico caótico y denso también lo ha hecho en la misma medida.

Para acceder a esta montaña hay que llegar a la población de Imlil, que se encuentra a unos 70 km. al sur de Marrachech, por la carretera de Taroudant y que pasa por las poblaciones de Tahanaout y Asni donde hay que desviarse para llegar Imlil. Como esta vez veníamos de Ouarzazate, no hizo falta llegar a Marrachech y pudimos atajar por la carretera que une Ait-Ourir con el valle de Ourika y Tahanaout. La pista que conduce a Imlil también muestra indicios de mejoría aunque la sorpresa sería encontrarnos con el desprendimiento de varias toneladas de rocas que bloqueaban el paso de vehículos. Por suerte, cuando llegamos ya estaban trabajando para despejarla y en menos de 1 hora pudimos seguir.


Eran las 12 del mediodía cuando llegamos a Imlil. Esta pequeña población beréber es el punto de partida de numerosas excursiones y ascensiones al macizo del Toubkal. El paisaje es sorprendente pues aquí se mezcla la calidez de las tierras áridas y rojizas con los fondos nevados y fríos de sus montañas. Imlil situado a 1740 m. ofrece al excursionista la posibilidad de contratar los servicios de arrieros, porteadores o guías de montaña. Aunque hace años esta población solo contaba con un pequeño refugio de la CAF ubicado junto a la plaza, en la actualidad podemos encontrar ademas de restaurantes y comercios, varios hospedajes y albergues de montaña. Junto a la plaza que además de parking era el lugar donde se contrataban los servicios de los arrieros para transportar los equipos, encontramos ahora una casa de guías donde se gestiona el alquiler de mulas y porteadores. Durante el invierno, las mulas solo efectúan una parte del recorrido, para llegar hasta el refugio pueden contratarse los servicios de porteadores. Los precios orientativos son de 150Dh por mula hasta Sidi Chamaroud y 200 Dh. por cada porteador hasta el refugio. Además, dejar el coche ”vigilado” en el parking cuesta 20Dh por día.

Nuestra intención era llegar esa misma tarde al refugio de Nelther situado a 3.207 m. y a unas 5h de marcha asi que no podiamos perder mucho tiempo en los preparativos. Por suerte al llegar a Imlil conocimos a Mohamed Bouredda guía y propietario del albergue Lepiney situado a las afueras de Imlil junto al camino que conduce a Aromd, es acogedor y cuenta con un recinto cerrado para guardar el vehículo. Para reservas bouredda@hotmail.com.
Después de comer en el albergue y preparar los equipos, emprendimos la marcha por la pista de tierra que conduce a Aromd, donde se abre el valle de Ait Mizane con una extensa llanura repleta de rocas por la que fluyen varios riachuelos procedentes del deshielo de las nieves, un paisaje que recordaba más a un rincón alpino que a un valle africano. A un lado y camuflado por el color ocre de sus casas de arcilla se encontraba la pequeña aldea de Aromd (1.900m.). Durante mucho tiempo los bereberes fueron tribus nómadas que fueron instalándose en estos valles montañosos del alto Atlas, levantando aldeas y pueblos cuya armonía y belleza contrastaba, sin perturbarla, con la pureza de este paisaje. El berebere es un pueblo de gran personalidad y orgullo, posee su propia lengua, y se considera originario de Marruecos.
Después de recorrer todo el valle y cruzar el río, iniciamos la ascensión por el sendero que transcurre por el margen izquierdo y que alejándose progresivamente del cauce del río va entrando en un paisaje más agreste. Durante este trayecto es habitual cruzarte con familias que efectuan la peregrinación al santuario bereber de Chidi Chamarout, y al que llegamos después de 2h. Situado a 2310m. acoge ademas del pequeño santuario conocido como piedra blanca, algunos tenderetes para comprar comida, refrescos e incluso souvenirs del Atlas. Es en este lugar donde las mulas pasan el relevo a los porteadores, y nosotros aprovechamos para descansar y reponer energía, mientras nuestro porteador emprendía la marcha. Esta temporada el Atlas se encontraba muy cargado de nieve, y ya, desde Chamaroud el camino de piedra se había convertido en un manto blanco, donde un estrecho carril de pisadas profundas configuraban la senda mas complicada y dura que había que seguir, al principio ganando rápidamente altura y dejando el torrente que descendía a nuestra izquierda profundamente encauzado, y luego, suavizandose progresivamente. Empleamos 3h. más en llegar al refugio de Nelther (3.207 m.) gestionado por la CAF(Club Alpin Frances) Telf 00212 24485219 ha sufrido una buena remodelación de cuando lo visite por primera vez y en la actualidad, se encuentra perfectamente acondicionado con 86 plazas y servicios básicos (La cocina libre aunque está prohibido la utilización de gas propio y hay que utilizar el suyo por 10 Dh.). El guarda y sus asistentes son serviciales y amables y aunque desde hace unos años cuenta con la compañía de otro refugio llamada Muflón, el de la CAF esta mejor atendido y es más caliente que el nuevo. El precio por noche es de 150Dh 0 90 Dh si estas federado.
Mi primera ascensión al Toubkal en el año 89 fue en solitario, sin embargo esta vez iba acompañado de Miguel. Eran las 06h. de la madrugada y estaba a punto de amanecer. A las puertas del refugio nos calzamos los crampones, el cielo raso aunque la sensación térmica era fría por la brisa que soplaba. La ascensión no presentaba excesivas dificultades y transcurría por el barranco de Inkibi Sur, con pendientes que oscilaban entre los 35º y 40º. Después de descender y cruzar el estrecho cauce del río, ahora cubierto totalmente de nieve empezamos a remontar la primera pala con las luces de nuestros frontales, íbamos progresando lentamente, la nieve aunque al principio era dura, no tardo en empezar a romperse a cada paso que dábamos, aumentando la dureza de la ascensión. Alcanzamos después de 1h. el collado que daba entrada a una estrecha vaguada (3.500 m.) o valle suspendido y sin detenernos fuimos superando dos nuevos resaltes o falsos collados hasta la base del Toubkal (3.750 m.) 2h. Aprovechamos el apoyo de una roca y efectuamos un pequeño descanso para reponer energías y comer algo antes de atacar el verdadero collado que separaba el Toubkal de su homónimo Oeste. El sol empezaba a despuntar sobre la ladera de este macizo y el paisaje que se abría a nuestros ojos era esplendido, una verdadera estampa invernal alpina, la cima que cada vez estaba más próxima, no mostraba ni una sola roca de la descompuesta tartera que habitualmente presenta. Llegamos al collado del Toubkal (3.970 m.) después 3h 30’ de ascensión, la altitud nos estaba ocasionando ligeros problemas intestinales. Enfilándonos lentamente por la crestería nevada, llegaríamos primero a una falsa cima y después de 4h 15’ a la cúspide cimera de esta peculiar montaña africana, donde una gigantesca estructura piramidal recordaba la importancia geográfica del lugar, el punto más alto de la cordillera del Atlas.

El Toubkal aunque no presenta ninguna dificultad técnica, es una montaña exigente físicamente si efectuamos la ascensión en dos jornadas y sin aclimatación. El desnivel acumulado y su altitud que nos sitúa por encima de los 4000 m. puede provocarnos ligeros problemas del mal de altura que mermaran nuestro rendimiento y nos ocasionaran molestos síntomas de insomnio, cefaleas o nauseas.

Las vistas que podimos contemplar desde esta atalaya africana eran impresionantes, hacia el norte montañas nevadas y agrestes y hacia el sur extensas planicies onduladas de arena, un contraste realmente peculiar y sobrecogedor. Sin perder mucho tiempo iniciamos el descenso hasta el collado y aunque en mi anterior ascensión aun tuve tiempo de coronar su homónima punta oeste de 4.030 m. esta vez, efectuamos un descenso rápido directamente hasta el refugio de Nether, donde nos esperaban las compañeras para bajar a Imlil, y esa misma tarde regresarnos a Matrrakech.

1 comentario:

mustapha asquarray dijo...
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