ASCENSION VOLCAN LICANCABUR 5.916 m.

Cordillera de los Andes CHILE-BOLIVIA

Febero 2000
Llegamos a Santiago de Chile después de un merecido descanso de dos días en Viña del Mar, habíamos reservado la última semana de febrero para ascender el Volcán Licancabur situado al norte del país en la región de Antofagasta, entre las fronteras de Chile y Bolivia. Este volcán se levanta de forma espectacular con su perfecta forma cónica de más de 3000 m. desde la depresión del salar de Atacama, hasta los 5.916 m. de su cumbre. El Licancabur es un volcán especial y mágico, adorado por los Incas fue considerada como una montaña sagrada, testigo de ritos, ofrendas y sacrificios, lleno de misterios y viejas leyendas, de construcciones y vestigios arqueológicos que llegan hasta la misma cima, el Licancabur es más que una simple montaña y deseábamos llegar a ella.

Aunque la intención era ascender el Licancabur por el lado Boliviano, la ciudad más cercana al campo base era San Pedro de Atacama en Chile. Otro de los aspectos importantes a la hora de ascender esta montaña de casi 6000 m. es la aclimatación. El mal de altura, puna, soroche o hipoxia, es el mayor de los peligros que se encuent
ran los montañeros a la hora de efectuar una ascensión de estas características y en condiciones normales serian necesarios un mínimo de 10 días para afrontarla con garantías. Nosotros llevábamos dos semanas a alturas superiores a los 4000 m. así que teníamos previsto efectuar la ascensión en 3 días.

San Pedro de Atacama dista de la capital Santiago de Chile 1670 km. y se puede llegar a ella por carretera utilizando alguna de las compañías de Bus que efectúan e

l trayecto a diario en 20h. de viaje y en confortables asientos reclinables, o por vía aérea hasta Calama con escala en Antofagasta en unas 3 h. y efectuando los 98 km. que le separa de San Pedro en colectivo desde el mismo aeropuerto o en bus desde la terminal de Calama. Nosotros decidimos tomar el avión para ganar tiempo, el pasaje de ida y vuelta costaba 150$ y el colectivo desde el mismo aeropuerto otros 20$.


San Pedro de Atacama:
La localidad de San Pedro está situada a 2.450 m. de altitud, y es la puerta de entrada al desierto de Atacama, un pequeño oasis en me
dio de uno de los desiertos más áridos de planeta, centro de tradiciones y leyendas ancestrales, de paisajes surrealistas con sus amaneceres y ocasos dignos de un cuento de hadas o de ciencia ficción, un lugar que parece irradiar una energía singular. Considerado como la cuna de la cultura atacameña, (primeros seres humanos sedentarios que habitaron Chile, desarrollando una vida agrícola y ganadera), en la actualidad su economía depende casi exclusivamente del turismo ofreciendo una gran variedad de servicios al visitante.


La oferta de hoteles y hospedajes es múltiple y variada así como sus precios, nos alojados en Hotel Licancabur www.licancaburhotelturismo.blogspot.com aunquealgo viejo construido en los años 40, fue uno de los primeros hoteles de esta ciudad y conserva un aire original y agradable. Después de dejar las mochilas nos fuimos a recorrer las calles de esta pintoresca población de adobe que se encuentra configurada por un pequeño laberinto de callejuelas cuyos rincones guardan miles de años de historia y te hacen retroceder en el tiempo a un modo de vida ancestral que aun puede apreciarse hoy en su gastronomía, festividades y ceremonias religiosas o en su artesanía. Luego y para terminar de conocer la
cultura atacameña es obligada la visita al museo arqueológico Padre Le Paige, un misionero jesuita belga que dedico parte de su vida al estudio y recuperación de numerosas piezas y momias de la cultura atacameña. El mayor atractivo del museo es la momia conocida como “Miss Chile” de aproximadamente 2500 años de antigüedad y que fue encontrada en el desierto de Atacama. El proceso de momificación fue absolutamente natural, debido a que la salinidad del suelo donde fue enterrada y las altas temperaturas de la zona provocaron su desecación y por consiguiente su perfecto estado de conservación.

Para la ascensión al Licancabur lo más importante era conseguir un medio de transporte que nos llevara hasta la laguna Verde, al otro lado de la frontera boliviana. La empresa Turismo Colque www.colquetours.com que opera en San Pedro tiene el monopolio del transporte turístico a Bolivia, y tenían un tour de 4 días al salar de Uyuni que pasaba por la laguna Verde. Era perfecto pues podían llevarnos y al reg
resar recogernos, además, disponíamos de los tres días necesarios para efectuar la ascensión. Negociamos un precio por el transporte y todo quedo atado. Finalmente solo faltaba abastecernos de provisiones y agua, lo que hicimos esa misma mañana. La salida del tour estaba prevista para dentro de dos días así que disponíamos de una tarde y un día entero para conocer Atacama.


El desierto de Atacama:

Queríamos visitar algunos rincones del desierto de Atacama una de las mayores reservas de litio del planeta, motivo antaño de disputas fronterizas entre Bolivia, Chile y Perú, así que nos apuntamos a una de las muchas agencias que trabajan en San Pedro para efectuar una excursión esa misma tarde en 4x4. Iniciamos el recorrido por el valle de la Muerte, se trata de una zona agreste y arenosa ubicada en la cordillera de la sal y luego nos dirigimos a uno de los lugares más surrealistas de la faz de la Tierra, el Valle de la Luna una peculiar depresión de sal rodeada de dunas de arena, cerros y crestas afiladas, un paisaje casi lunar repleto de formas que el tiempo y el viento han llegado a esculpir e
n singulares siluetas de gran belleza. Es un lugar mágico en el que es posible escuchar el sonido del silencio y disfrutar de unos espectaculares atardeceres desde alguna de sus dunas cuando los colores cálidos inundan el paisaje y van cambiando su espectro cromático a medida que el sol se esconde.


La segunda jornada en Atacama nos llevo a otro lugar emblemático de esta región, visitar el campo de géiseres de El Tatio que se encuentra a 95 km de San Pedro y a una altura de 4.320 m. Se trata del campo geotérmico más alto del mundo. Debíamos de salir a las 04h. de la mañana pues es a tempranas horas del día cuando surgen las impresionantes y violentas fumarolas de vapor de agua a 86º que pueden llegan a alcanzar los 10 m. de altura, el frio era intenso -10º Aunque puedes acercarte ellas para calentarte, hay que tener mucho cuidado porque cerca de los agujeros el terreno es blando y podría romperse. Es un espectáculo natural sobrecogedor, que además se ve acompañado por el colorido que adquieren estas columnas de vapor con la luz del amanecer. De
regreso a San Pedro a la hora de la comida, una tarde tranquila para terminar con los últimos preparativos de la ascensión.
Expedición al Volcán Licancabur:
Eran las 08h. de la mañana cuando nos recogieron con el microbús de la agencia Colque. Tomamos la carretera internacional hacia el paso de Jama son unos 30 km. pavimentados, hasta el control de aduanas Chileno, desde aquí, un desvió señalizado a la izquierda nos condujo por una pista de tierra hacia el Portezuelo del Cajón a unos 15 km. El camino que va subiendo por el altiplánico desértico va ganando una fantástica visión del Salar de Atacama y el Oasis de San Pedro. El control de aduanas d
el Cajon a 4.480 m. es una pequeña cabaña custodiada por dos militares que se pasan dos meses hasta el cambio de guardia en esta solitaria llanura. Después de pasar los pertinentes controles aduaneros, continuamos el viaje hasta el pequeño poblado minero que se encuentra a unos 15 km. del puesto fronterizo en la falda del volcán Juripes de 5.704 m. vecino del Licancabur y junto la laguna Blanca a 4.350 m.







Este lugar que sirve de refugio y albergue, es el último reducto de vida humana que se encuentra en muchos quilómetros a la redonda, y es el punto más próximo a la base del volcán Licancabur. Aquí debíamos apearnos de nuestro microbús que continuaba su viaje hasta Uyuni. Después de pagar la tasa de ingreso de 3$ a la Reserva Natural Eduardo Albaroa y tomar un refrigerio, negociamos el transporte en un viejo todo terreno que tenían hasta la base del volcán Licancabur a unos 8 km. Desde el refugio y siguiendo una huella solo para 4x4 avanzamos hacia el norte por la orilla occidental de las lagunas Blanca y Verde separadas únicamente por un pequeño estrecho. La laguna verde situada ya a los pies del Licancabur concentra una colonia de flamencos andinos, y es una laguna de agua salada cuyo color verde esmeralda se debe al alto contenido en magnesio. Finalmente el camino empieza a torceré al oeste ascendiendo por una quebrada arenosa hasta las ruinas incaicas conocidas como el pueblo de Licancabur a 4600 m.

El Licancabur posee uno de los complejos de ruinas más abundantes de todos los santuarios de altura incaicos, aunque probablemente ya antes había adquirido importancia este lugar, fueron los Incas quienes erigieron los diferentes grupos habitacionales o tambos que se encontraban tanto en la base como en su falda, las plataformas y altares de su cima y trazaron la huella hasta ella. El pueblo de Licancabur era un lugar sagrado que no se utilizaba para una permanencia estable sino para acoger a los peregrinos que venían aquí a efectuar sus ceremonias y rituales religiosos. Para protegernos del viento montamos la tienda dentro de uno de los habitáculos o tambos incaicos, el lugar era sobrecogedor y desprendía un aire misterioso y una energía especial que con la entrada de la noche se acentuaba con el silencio, únicamente roto por el sonido del viento.

Eran la 05h de la mañana cuando iniciamos la ascensión por el camino Inca que accede directamente a la ladera noreste del Licancabur, este empieza subiendo en un largo y progresivo zigzag hasta llegar a unas zona de grandes rocas, Después de 2h. de ascensión efectuamos una corta parada para tomar algo de comida y líquidos, nos encontrábamos por encima de los 5000 m. y partir de aquí el sendero se perdía a ratos y era necesario usar un poco las manos para encaramarse sobre las rocas y ganar metros a esta montaña. En 3 h. más llegamos a una falsa cumbre a 5.800 m. Desde aquí ya podíamos apreciar la cima del volcán, aunque estábamos bien aclimatados la altitud se empezaba a notar con leves dolores de cabeza. Aprovechamos este lugar para efectuamos otro descanso, comer y reponer energías. El último tramo aunque fácil se hizo pesado e interminable, finalmente y después de 6 h. de ascensión llegamos a la cumbre del Licancabur.
Desde arriba se goza de una fantástica vista de todo el Salar de Atacama, y de los volcanes de alrededor, en primer plano el cono y cráter rojizo del Juripes, y algo más alejados, el Lascar con sus fumarolas y el Pili. La cumbre cimera del Licancabur se encuentra en el borde noreste del cráter que en su interior alberga una bella y pequeña laguna parcialmente helada, una de las más altas de la tierra, también podemos observar los restos de estructuras y habitáculos que utilizaban los peregrinos incas para protegerse del frio así como algunos restos de leña transportada hasta aquí como ofrendas. Una hora permanecimos en la cumbre disfrutando de este entorno antes de iniciar el descenso que efectuamos tomando una ruta más directa por un terreno de acarreos y pedregales imposible para la subida pero muy útiles en la bajada si te dejabas deslizar por ellos.




Durante el descenso pudimos observar claramente la estructura urbana del poblado Inca donde habíamos instalado el campamento, más de 100 estructuras y habitáculos, rodeando un espacio central y formando un recinto amurallado. En 3 h. llegamos al campamento satisfechos y contentos por la ascensión, además, teníamos la intención de pasar otra noche en este lugar y volver al poblado minero por la mañana a primera hora, con lo que disponíamos de casi toda la tarde para descansar y pasear por todos los rincones de esta antigua ciudad Inca. Restos de cerámica incaincas, una gran piedra en el centro del recinto, parecía una Intihuiatana que en quechua significa donde se ata el sol y que podría ser una especie de reloj solar o altar de sacrificios, y los tambos o habitaciones donde se alojaban los peregrinos daban rienda suelta a nuestra imaginación. Realmente era una experiencia única estar solos en un lugar tan enigmático como este.

A la mañana siguiente, recorrimos los 8 km. que nos separaban del pueblo minero donde tenía que recogernos a medio día el microbús de Colque para regresar a San Pedro de Atacama, fueron dos horas de marcha tranquila, la mayor parte junto a las lagunas Verde y Blanca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy linda narración! para alguien que disfruta de la montaña, este relato lo lleva a uno hasta alla, yo tengo la suerte de poder ver el Licancabur desde la ventana de mi habitación, estoy pensando en subirlo en estos dias, quisiera poder pedirles mas info. mi correo es emiliano_cejas@hotmail.com, su info seria muy util para mi,
saludos

Zoe dijo...

buenísimo....gracias por compartirlo¡
yo queria subir ese volcan el año pasado pero no habia + interesados asi q subi el Lascar con un compañero de viaje aleman. Tengo pendiente subir el Licancabur y con su relato me diron mas ganas de volver a intentarlo.